El PRO y la LLA se pelean por el mismo electorado de derecha
Mientras las encuestas dan por favorito a Leandro Santoro, tanto Adorni como Losponetto suben la apuesta para controlar su porción del padrón. Milei y Macri se suben a la campaña para apoyarlos.
A falta de dos semanas para la elección porteña, en el PRO vienen midiendo el escenario electoral con nerviosismo. El objetivo principal ya no parece ser salir primeros --ese lugar podría quedar para Leandro Santoro--, pero en lo que se juegan a todo o nada es en ganarle a Manuel Adorni. Cerca de Jorge Macri dicen que las encuestas le dan bien con respecto al vocero devenido candidato. A medida que las fuentes se alejan del jefe de Gobierno, las respuestas son más cautas. No todos en el PRO creen que se le va a ganar al enviado de Javier Milei. En lo que sí coinciden es en que Horacio Rodríguez Larreta no repunta. Dicen en el PRO que el ex dirigente no llega a los dos dígitos. En ese marco, Adorni apostará por mostrarse con el Presidente en un streaming libertario; mientras que el propio Mauricio Macri hizo lo propio subiendo a sus redes un video con varias recorridas junto a Lospenatto.
Desde comienzo de año se sabe que el lugar que eligieron La Libertad Avanza y el PRO para medirse y para ver quién se queda con el electorado que comparten es la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, el resultado puede influir mucho en cómo se de la tan mentada negociación en la provincia de Buenos Aires. Una derrota habilitará a Karina Milei a mandar a cazar dirigentes que quieran abandonar el barco. Una victoria el da a Mauricio Macri más capacidad para poner condiciones.
En el PRO no quieren arriesgar números sobre cómo podría salir la elección. Tienen bien fresco lo que le pasó a Marcos Peña en 2019 cuando vendió una victoria en las PASO y el resultado fue tan distinto que no solo debió afrontar la salida del Gobierno sino las críticas de los empresarios que habían apostado a un segundo tiempo de Macri. "Hubo gente que perdió mucha plata por eso", recuerdan.
No obstante, cerca del jefe de Gobierno son optimistas: "Estamos bien", dicen, misteriosos. "Estamos competitivos. En segundo lugar y subiendo en los números", aseguraron a este diario. Ese es, precisamente, el escenario que necesitan mantener: ganarle a Adorni y dejarlo tercero en el distrito, como ya le pasó al candidato de Milei en Santa Fe.
La otra preocupación concreta del PRO es cuando les "muerde" Larreta de los votos propios. "Larreta no llega a los dos dígitos y está cayendo", aseguran los macristas. De nuevo, no muestran encuestas. Hay que tener en cuenta que hay una especial bronca hacia Larreta por haberse presentado y "comerles" votos en una elección que consideran clave contra LLA. Si le van especialmente mal, es seguro que habrá un festejo específico por eso en el bunker del PRO ese domingo.
A medida que se le pregunta a dirigentes menos cercanos a Jorge Macri, las respuestas son menos seguras, más cautas. Advierten que la marca PRO sigue competitiva, al menos en Ciudad, y mejorando pero no arriesgan si podrá ganarle o no a todo el peso del presidente apoyando a un candidato. "Veremos", es lo que más se dice.
Lo que vienen dando por sentado -y es una novedad absoluta respecto a otras elecciones- es que les va a ganar Santoro. Pero esto ya se convirtió en una herramienta de campaña. La frase, ya cien veces repetida, es: Va a ganar el kirchnerismo y es culpa de Karina Milei, que dividió el voto. En un punto la victoria de Santoro (por ahora, solo en las encuestas) les sirve como una amenaza y como un arma contra la hermanísima. Se lo facturan todas las veces a ella, como un adelanto de lo que dirán en ese domingo de la elección.
En estos días, eso fue lo que volvió a decir Mauricio Macri cuando le preguntaron por qué no fueron juntos en la Ciudad de Buenos Aires:"Es por una decisión de Karina. No hay otra explicación". Macri puso como ejemplo todo lo que hicieron por el Gobierno en el Congreso y lo usó como argumento para señalar que nunca se hubieran negado a una alianza: "Tuvimos la generosidad inédita en la historia argentina de haber bancado los trapos en 2023 ayudando a fiscalizar, bancando en 2024 cada vez que estaban al borde de la hiperinflación, ¿cómo no vamos a tener la generosidad de ir juntos?“. Ergo, la culpable es Karina.
“Queremos ayudar a sacar el país adelante. No creíamos que era una prioridad pelear en la Ciudad. Hay muchos lugares para trabajar y pusieron la energía donde no hacía falta", remarcó Macri.
En un discurso que encontró en el institucionalismo una punta de lanza contra Mile, Macri también apuntó contra la falta de mejoras del Gobierno en referencia a la lista de países con mayor Percepción de la corrupción. "No subió ni un sólo lugar en el ranking”, sentenció.
Sobre la provincia de Buenos Aires, donde Macri no cree que se vaya a llegar a un acuerdo, el ex presidente dijo: “Ojalá se logre un acuerdo más profundo que la elección, una alianza. Tiene que haber institucionalidad. Es una propuesta a futuro para los bonaerense para salir de la catástrofe que es Axel Kicillof. LLA tiene a José Luis Espert, nosotros presentaremos otro, y se someten a unas primarias. Ese es el camino”. El problema es que ya no hay PASO bonaerense, por lo que -salvo que organicen sus propias primarias- no hay elección en la que dirimir esa candidatura. Justo cuando la herramienta podría haber sido util para los frentes políticos bonaerenses, todos la deshecharon.