La UBA entrega peces que mantienen al mosquito del dengue alejado de piscinas y estanques
Se trata de un proyecto desarrollado por la Facultad de Agronomía que busca eliminar los huevos y larvas de los mosquitos Aedes aegypti.
La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) lleva adelante un proyecto que busca combatir a los mosquitos portadores del dengue y demás enfermedades. Para esto, se utilizan peces nativos conocidos como “Madrecitas del agua” que pueden eliminar por completo los huevos y larvas de los mosquitos Aedes aegypti, que se encuentran en reservorios de agua. Como parte del trabajo, se brinda un servicio a la comunidad que incluye asesoramiento y entrega de estos peces en forma totalmente gratuita a quienes lo soliciten.
Pasada la temporada estival, suelen quedar sin mantenimiento gran cantidad de reservorios de agua como por ejemplo las piscinas. Ese es el caldo de cultivo en el que se reproduce el Aedes Aegypti, mosquito que transmite enfermedades como el dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.
Para intentar controlar su reproducción, desde la Facultad de Agronomía de la UBA comenzaron a utilizar, a partir de una novedosa investigación, peces nativos en reservorios de agua para que se alimenten de las larvas del Aedes Aegypti. Esto es una solución más natural ante su proliferación, ya que evita la utilización de insecticidas, que incluso no siempre son 100% efectivos. Y el hecho de que los peces, conocidos popularmente como “madrecitas de agua”, sean autóctonos tampoco es un dato menor, pues colaboran en la preservación del ecosistema.
“Se trata de un proyecto de extensión universitaria, en el que la Facultad transmite este conocimiento sobre cómo es la cría, la siembra y el manejo de peces para control biológico a otras instituciones de la sociedad. En este caso lo hacemos con un polo educativo, que es de donde provino la primera demanda, ya que tienen huertas con tanques de riego y demás reservorios de agua”, cuenta Alejandro “Koko” López, docente de la cátedra de Acuicultura de la FAUBA.
Pero la demanda también puede llegar de actores sociales no sólo públicos, sino también del sector privado y de particulares, como puede ser el caso de alguien que tiene fuentes, un tanque australiano o incluso una piscina recreativa abandonada, o que va a empezar a usarla recién el próximo diciembre.
En cuanto a la efectividad de las madrecitas de agua a la hora de terminar con las larvas, López es contundente. “Tenemos la certeza de que, en el reservorio de agua en el que colocamos estos peces, no sobrevive ninguna larva. Eso está confirmado”. Y agrega otros beneficios: “Además, requieren alimentación suplementaria, se alimentan de lo disponible en el lugar y su población se amplía sólo en caso que dispongan de mayores recursos alimenticios”.
Es decir que las madrecitas de agua, cuyo tamaño máximo es de entre 2,5 y 3 cm, aseguran, con su presencia, la ausencia total de larvas de manera sostenida, ya que, a no ser que el lugar se quede sin agua, los peces se reproducen en forma permanente.
Quiénes y cómo se puede acceder a estos peces nativos
El servicio está disponible a demanda y puede ser solicitado por cualquier actor social que posea un reservorio de agua o un potencial foco de larvas. Entre los solicitantes habituales se encuentran particulares con larvas en estanques domiciliarios, piletas, o tanques de recolección de agua de lluvia para riego en huertas o proyectos ambientales.
Los peces se destinan a estructuras que contienen agua en grandes volúmenes, como stanques o tanques en escuelas, los cuales, por su funcionalidad productiva o estética, no pueden ser vaciados.
Inicialmente el proyecto estaba pensado para instituciones públicas que tuvieran este tipo de relación con reservorios de agua productivos. Sin embargo, con el aumento de la
demanda de otro tipo de actores, como vecinos preocupados por alguna casa abandonada con pileta o municipios con tanques australianos, se amplió el alcance del programa para satisfacer la necesidad de peces nativos a todos los miembros de la sociedad. Esta expansión se da en el marco de una política de prevención integral del dengue.
Para solicitar peces nativos, se debe enviar un correo a ontrolbiologic@agro.uba.ar o contactarse mediante la cuenta de Instagram.
Luego de recibir la solicitud, se envía un formulario con preguntas y datos a completar, además de requerir imágenes y detalles del sitio para evaluar la viabilidad del sembrado.
Tras la evaluación, se coordina un día y horario para el retiro de los peces en la Facultad de Agronomía. En el encuentro, se brinda material y una charla informativa sobre el transporte, la siembra, el cuidado y el bienestar de los peces nativos.
La entrega de peces está financiada por la Universidad de Buenos Aires. En un principio se solventaba como un programa de transferencia de tecnología del ex Ministerio de Ciencia y Tecnología. Actualmente, el desarrollo del programa y la cría de los peces son producto del trabajo y el esfuerzo de la cátedra de acuicultura de FAUBA, con el apoyo institucional de la Universidad de Buenos Aires. Las entregas se realizan durante todo el año -a excepción del mes de enero-.
En 2024 se concretaron 139 pedidos y se entregaron 5560 peces. Se beneficiaron 83.400 personas y el incremento respecto al 2023 fue de más del 150%. De los 139 pedidos entregados, 29 fueron para diversas instituciones públicas.
El proyecto “Alternativa Sustentable para el Control Biológico de vectores de enfermedades en reservorios de agua a través de peces nativos fue declarado de Interés Sanitario por parte de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 22/08/2024. En lo que va de 2025 ya se entregaron 50 pedidos.